ENERGIA HIDRÁULICA WESS 2025

7 beneficios de la energía hidráulica

La energía hidráulica es antigua, diferentes culturas la utilizaron, entre ellas la persa, romana y griega. También durante la revolución industrial se hizo presente al moler el grano 

Por ejemplo, según el académico Mauricio Shoijet, las ruedas hidráulicas comenzaron a ser utilizadas desde el siglo XVI para mover bombas de succión que extraían aguas de las minas y así evitar que se inundaran. Mientras que en México, la generación hidroeléctrica llega más tarde, hacia 1889 con la primera central del país: Batopilas, en Chihuahua; cuyo antecedente viene de 1882, en las rudimentarias instalaciones de las pequeñas centrales localizadas en Inglaterra, Estados Unidos y Francia.

A decir de Leonardo Ramos, investigador, a México “se le considera pionero en la generación de energía eléctrica. Por 48 años, empresas privadas extranjeras instalaron pequeñas hidroeléctricas y comercializaron el producto en territorio mexicano”.

El ingeniero británico John Smeaton es considerado el creador de las ruedas hidráulicas hechas de hierro que impulsaron el sector textil en la Revolución Industrial. Debido a la energía hidráulica se pudo solventar la escasez de carbón y combustibles de la época. Esto ayudó a que Londres, París, Nueva York y Boston se expandieran.

¿Pero qué es la energía hidráulica?

La energía hidráulica se obtiene de la caída del agua desde una altura elevada. Para ello se necesitan grandes presas que aprovechan la fuerza del agua almacenada en los embalses. Cada uno de estos tiene una distancia que permite el flujo de un río, un espacio por donde corre el agua. Al caer pasan por una serie de turbinas que giran a causa de la fuerza del agua, a través de la que se obtiene el suministro energético.

Los beneficios

1. Menos dependencia energética del exterior

La energía hidráulica ofrece a los países la posibilidad de generar su propia electricidad a partir de sus recursos hídricos. De esta manera reduce la necesidad de importar combustibles o depender de proveedores extranjeros. Es una vía estratégica para fortalecer la soberanía energética.

2. Una alternativa más limpia a los combustibles fósiles

A diferencia de las fuentes tradicionales de energía, como el carbón o el petróleo, la hidráulica permite generar electricidad sin emitir gases de efecto invernadero (GEI). Esto la convierte en una pieza clave para frenar el cambio climático y avanzar hacia una matriz energética más sostenible.

3. Renovable por naturaleza

El ciclo del agua es constante debido a que la lluvia alimenta ríos y embalses, y esa fuerza se transforma en energía. A diferencia de los combustibles fósiles, este proceso no agota el recurso, lo que convierte a la hidráulica en una fuente inagotable, siempre que se gestione adecuadamente.

4. Energía sin residuos

La producción hidráulica no deja huella física ni química. Al no generar residuos tóxicos ni contaminantes, se clasifica como una energía limpia que respeta el entorno y contribuye a mantener la calidad del aire y el agua.

5. Estabilidad en el suministro

A diferencia de otras energías renovables que dependen directamente del sol o el viento, la hidráulica permite una producción más constante. Las presas y embalses almacenan agua, lo que facilita una distribución controlada y continua, incluso en épocas secas.

6. Capacidad de adaptación a la demanda

La flexibilidad es otra de sus fortalezas. Las centrales hidráulicas pueden regular el caudal y ajustar rápidamente la cantidad de energía generada según las necesidades del momento, lo que ayuda a mantener el equilibrio en el sistema eléctrico.

7. Seguridad y eficiencia a largo plazo

Además de ser una fuente segura —sin riesgos de explosiones o emisiones nocivas—, la energía hidráulica destaca por sus bajos costos operativos una vez instalada la infraestructura. Aunque construir una presa implica una inversión inicial importante, su mantenimiento es relativamente económico y su vida útil puede extenderse por décadas.